jueves, 10 de octubre de 2013

Historia de vida y libertad

Claudia Vásquez Haro, una luchadora sin límites
Entendiendo la formación y la organización  como motor de las transformaciones sociales, hoy recoge los frutos que sembró durante años.


Por Marianela Manzanares




La sociedad peruana está fuertemente atravesada por el sentido conservador, patriarcal y machista, naturalizado incluso por las mujeres, donde se condena socialmente a las personas  que deciden vivir libremente su sexualidad.

Claudia Vásquez Haro es trans, nacida en el seno de una familia religiosa,  hace 13 años dejó su lugar natal, la ciudad de Trujillo en Perú, para buscar un futuro de libertad en Argentina. El objetivo de su viaje era materializar su identidad de género y poder formarse académicamente, con el fin de adquirir herramientas que le permitieran comprender el proceso de conformación de la identidad trans, por eso dedicó su Tesis Doctoral en Comunicación Social a la investigación sobre la migración y la identidad de género.

Pero la vida no le resultó fácil, los primeros años de su adolescencia estuvieron teñidos más de una vez por la discriminación y el dolor, pero con esa personalidad combativa y segura que la caracteriza logró revertir su historia colmándola de orgullo, dignidad y conquistas ganadas.

En el año 2000 decidió comenzar a construir su vida en La Plata, tentada por su hermana mayor, Alejandra, que en aquel momento hacía diez años que vivía en la ciudad. La formación y el estudio siempre fueron factores fundamentales para ella, desde que se instaló en Argentina realizó distintos cursos, entre ellos estudió Protocolo y Ceremonial, Relaciones Públicas y Oratoria, aunque también traía consigo una larga experiencia en peluquería, siendo durante 15 años su fuente de trabajo.

En 2005 comienza su carrera universitaria en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP. El primer día sintió que se enfrentaba a un desafío muy importante, pero ahí estuvieron acompañándola su hermana y su madre, que viajó desde Perú para apoyarla en esta nueva etapa, tal vez la más significativa de su vida. En 2009 logró ser la primer estudiante de Latinoamérica reconocida por el nombre y género que la representa. El Consejo Superior decidió que: "llevará nombre de mujer en las planillas de asistencia y de examen, mientras que en la libreta universitaria y en el legajo mantendrá su nombre legal, igual que cuando reciba el título".  Pero esto no fue completamente así, ya que el 26 de Septiembre de 2013 recibió el título universitario que acredita que Claudia Vásquez Haro es Licenciada en Comunicación Social.

La Ley de Identidad de Género es una construcción colectiva, en la cual encontró un lugar más de participación. Para ella esta nueva legislación significa sin dudas la conquista trans más importante y vanguardista de Argentina, no sólo por reconocer la identidad sexual de cada persona sino también porque desestigmatiza y otorga derechos, considerando al Estado responsable de acompañar el proceso. Además confía que será la base para poder discutir temas que aún están pendientes. El 12 de diciembre de 2012 recibió su nuevo DNI, convirtiéndose en la primer migrante trans a la cual se le reconoce su identidad.

Hoy Claudia cuenta con un largo camino recorrido, con muchos logros conseguidos y otros tantos por conseguir, ya que no tiene límites en la lucha por los derechos, pero no sólo por los de ella, sino también por los de todas las personas trans, siendo hoy una referente no sólo en La Plata y Argentina, sino también distintos países de Latinoamérica. Su paso por la facultad lo vivió como un nuevo despertar, y desde el momento que ingresó la sintió su hogar, por eso es que trabaja cotidianamente no sólo para que sea pública y gratuita, sino para que cada día sea más popular. 

Mientras era estudiante coordinó un taller literario que llamó “En el papel tod@s somos tinta”, un lugar de expresión y reflexión, trabajó en la Secretaría de Derechos Humanos, hoy lo hace en la Secretaría de Investigaciones Científicas y Posgrado, coordina el Observatorio de Comunicación, Género, Diversidad y Derechos Humanos, es docente, investigadora y trabaja en el Espacio Memoria en la ex ESMA, donde funciona una sede de la facultad, cubriendo los juicios en Comodoro Py a los genocidas de la última dictadura cívico militar, además preside la Asociación Civil Otrans, que trabaja por la igualdad y los derechos de las personas trans. Pero por sobre todas las cosas se considera una militante social, porque entiende a la organización como el motor fundamental para trasformar la realidad.

A pesar de que aún hoy existen muchos prejuicios en torno a la diversidad sexual, Claudia confía que con el tiempo se producirá un cambio cultural, que es un proceso muy largo pero que empezó en el año 2003 con el reconocimiento de derechos que hasta hace poco eran vulnerados. También considera que mucha gente discrimina por ignorar el tema, no por cuestiones ideológicas, por eso sostiene: “vos nombrame, no importa como, después discutiremos si está bien o no, pero si no me nombras es peor”.

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