Él y su marido fueron la primera
pareja de hombres que se casaron en Argentina, incluso antes de que se sancione
la ley en el año 2010. Además es padre tres hijos adolescentes que adoptó en su
anterior relación. En la Marcha
del Orgullo provincial en La
Plata cuenta como ve la Argentina de hoy y de mañana.
Por
Marianela Manzanares
-¿Qué
significa para vos la Marcha
del Orgullo?
Tanto
la marcha de Capital Federal, como la de La Plata y las de todo el país significan una celebración,
y sin dudas este colectivo tiene muchas cosas para celebrar, las cuales han
ocurrido a lo largo de estos diez años. No solo la Ley de Matrimonio igualitario
y la Ley de
Identidad de Género, que sin lugar a dudas es lo más importante para celebrar,
ya que tenemos las dos mejores leyes del mundo en materia de diversidad sexual.
-¿Por
qué creés que estas leyes son las mejores del mundo?
-Porque
la Ley de
Matrimonio Igualitario, en su entrecruce con otra ley muy importante que
tenemos, que es la Ley
del Migrante sancionada en 2003, permite que personas extranjeras que decidan
venir a Argentina a casarse lo puedan hacer, y eso no sucede en ningún otro
lugar del mundo donde se haya sancionado la Ley de Matrimonio Igualitario, y sobre todo
teniendo en cuenta que somos el décimo país que tiene esta legislación. Y la Ley de Identidad de Género es
única, es vanguardista a nivel mundial porque no hay otra ley en el mundo que
solamente por la identidad autopercibida permita hacer cambios en el DNI y en la Partida de Nacimiento. Si
bien hay en otros países leyes similares, te obligan a pasar por una instancia
judicial u otros trámites, en cambio nosotros estamos más avanzados en ese
sentido. Por otro lado la Ley
de Identidad de Género también entrecruzada con la Ley del Migrante permite que
personas trans extranjeras que tengan residencia acá, sin necesidad de
nacionalizarse, puedan cambiar el DNI que utilizan en Argentina, reconociendo
su identidad, aunque no se modifique el de su país de origen, y esto es algo
increíble.
-¿Considerás
que estos derechos son respaldados por
políticas públicas?
-Sí,
por supuesto, se han tomado muchas medidas que tienen que ver con la salud, la
educación y el trabajo. Donde se puede ver un mayor acceso e igualdad. De todos
modos, la Marcha
del Orgullo siempre es política y tiene consignas y reclamos, y en este caso
tienen que ver con profundizar lo que hemos conquistado. Por ejemplo la Ley de Educación Sexual
Integral, que es maravillosa, porque este gobierno nos tiene acostumbrados a revolución
tras revolución, fue sancionada en el
2006 y todavía no está implementada como realmente debería estarlo,
porque aún en muchos distritos del país no ha llegado a las aulas, y es ahí
donde está el verdadero cambio cultural y la transformación social.
-¿Cómo
ves la sociedad en cuanto al respeto a la diversidad sexual?
-Por
un lado las leyes son un punto de llegada pero a la vez son un punto de
partida, no se terminó la discriminación. Hace unos días vimos un caso público
que fue el de Florencia Trinidad, pero en realidad hay muchos otros casos así
porque todavía hay mucha discriminación, porque somos hijos de esta cultura
machista, donde tanto yo siendo puto como el resto somos homo, lesbos y
transfóbicos. Porque nos han criado en esta cultura, y algunos hemos ido
deconstruyendo nuestro machismo y nuestra homofobia. Antes de casarnos con Alex
también tuvimos que deconstruir nuestra homofobia porque el matrimonio no era
para los putos.
-¿Los
organismos internacionales de mayor peso acompañan estos cambios?
No
todos, por ejemplo, la
Organización Mundial de la Salud (OMS), aún hoy sigue hablando de la
disforia de género y patologiza la cuestión trans, tratándolos y tratándolas de
enfermos mentales. La OMS
recién en el año noventa sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades
metales, o sea que hasta esa fecha éramos enfermos y después dejamos de serlo,
y eso visibilizó que la ciencia también se equivoca. En cuanto a la Iglesia, el Papa argentino envió a hacer una encuesta
donde incluyó nueve preguntas que incluyen a nuestro colectivo, así que hasta
en eso somos vanguardia.
¿Cómo
fue el hecho de ser la primera pareja de hombres en casarse?
Cuando
nosotros nos casamos en el 2009 todavía no estaba la ley porque se sancionó en el 2010, así que primero
logramos conseguir un fallo favorable de la Corte en primera instancia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
del Contencioso Administrativo, y Macri no apeló por lo cual el fallo quedó con
sentencia firme, pero a último momento no nos dejó casarnos porque le dio lugar a una medida cautelar que
después no pudieron sostener. Así que terminamos casándonos en Tierra del
Fuego, porque siempre son mujeres las más valientes, y la Gobernadora Fabiana
Ríos nos permitió casarnos en su provincia, entendiendo que debía defender la Constitución y que la
igualdad estaba plasmada en ella, y dijo: “Me planto para defender la Constitución y para
que ustedes puedan casarse”. Y después
hubo otra mujer, que es la más valiente de todas, que fue la que promulgó la Ley de Matrimonio Igualitario,
nuestra querida Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
-¿El
casamiento fue concebido como matrimonio o como Unión Civil, ya que fue lo que
prevaleció a la ley definitiva?
-No,
como matrimonio. Fuimos nueve las parejas que nos casamos antes de que salga la
ley. La Unión Civil era seguir sosteniendo la discriminación y
que nosotros y nuestras familias eran de segunda. Porque fundamentalmente la
lucha del matrimonio tenía que ver con la igualdad, después se puede analizar
si la institución matrimonial es la que todos quieren o no. Pero
independientemente de eso, no es lo mismo legalmente un matrimonio que una
unión. Una de las discusiones en contra
del matrimonio era porque la palabra provenía de madre, como si la palabra
salario no viniese de la sal y sin embargo hoy nadie cobra con eso, porque las
palabras van cambiando con la cultura y se van adecuando a los tiempos y a los
derechos de las personas.
-¿Qué
importancia tiene para ustedes esta ley?
-Esta
ley lo que hizo es darle verdadero status de familia a nuestras familias y
primordialmente hizo que el Estado dejara de discriminarnos porque nos dio
lugar y nos acogió en los mismos derechos que tenían los demás y eso permite
empezar a cambiar nuestra cultura. Que hoy en las escuelas se estudie que
nuestras familias son iguales que las familias heterosexuales que estudiaban
antes, es el inicio para que esos pibes tengan otra cabeza dentro de unos años
y ese es el verdadero cambio, por eso es muy importante seguir profundizando y
exigir la plena aplicación de la
Ley de Educación Sexual Integral.
-¿Piensan
adoptar en algún momento?
-Yo
tengo tres hijos, entonces como que ya tenemos salda la cuenta. Mis hijos los
adopté con una pareja anterior a Alex, y en ese momento como no estaba la ley,
legalmente no podíamos ser los dos padres adoptantes, así que uno de los dos
fue el padre legal pero en realidad son los padres de los dos. Y entonces ahora
pasan la mitad del mes con uno y la otra mitad con el otro, como en cualquier
familia de padres separados, nosotros decidimos hacerlo así para que ellos se
puedan organizar mejor porque ya son adolescentes ¡Socorro, soy padre de
adolescentes! (Risas) Pero lo llevamos
bien y estoy muy orgulloso y
feliz de la familia que tengo.
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