jueves, 21 de noviembre de 2013

Entrevista a José María Di Bello



Él y su marido fueron la primera pareja de hombres que se casaron en Argentina, incluso antes de que se sancione la ley en el año 2010. Además es padre tres hijos adolescentes que adoptó en su anterior relación. En la Marcha del Orgullo provincial en La Plata cuenta como ve la Argentina de hoy y de mañana.

Por Marianela Manzanares


-¿Qué significa para vos la Marcha del Orgullo?

Tanto la marcha de Capital Federal, como la de La Plata y las de todo el país significan una celebración, y sin dudas este colectivo tiene muchas cosas para celebrar, las cuales han ocurrido a lo largo de estos diez años. No solo la Ley de Matrimonio igualitario y la Ley de Identidad de Género, que sin lugar a dudas es lo más importante para celebrar, ya que tenemos las dos mejores leyes del mundo en materia de diversidad sexual.

-¿Por qué creés que estas leyes son las mejores del mundo?

-Porque la Ley de Matrimonio Igualitario, en su entrecruce con otra ley muy importante que tenemos, que es la Ley del Migrante sancionada en 2003, permite que personas extranjeras que decidan venir a Argentina a casarse lo puedan hacer, y eso no sucede en ningún otro lugar del mundo donde se haya sancionado la Ley de Matrimonio Igualitario, y sobre todo teniendo en cuenta que somos el décimo país que tiene esta legislación. Y la Ley de Identidad de Género es única, es vanguardista a nivel mundial porque no hay otra ley en el mundo que solamente por la identidad autopercibida permita hacer cambios en el DNI y en la Partida de Nacimiento. Si bien hay en otros países leyes similares, te obligan a pasar por una instancia judicial u otros trámites, en cambio nosotros estamos más avanzados en ese sentido. Por otro lado la Ley de Identidad de Género también entrecruzada con la Ley del Migrante permite que personas trans extranjeras que tengan residencia acá, sin necesidad de nacionalizarse, puedan cambiar el DNI que utilizan en Argentina, reconociendo su identidad, aunque no se modifique el de su país de origen, y esto es algo increíble.

-¿Considerás que estos derechos  son respaldados por políticas públicas?

-Sí, por supuesto, se han tomado muchas medidas que tienen que ver con la salud, la educación y el trabajo. Donde se puede ver un mayor acceso e igualdad. De todos modos, la Marcha del Orgullo siempre es política y tiene consignas y reclamos, y en este caso tienen que ver con profundizar lo que hemos conquistado. Por ejemplo la Ley de Educación Sexual Integral, que es maravillosa, porque este gobierno nos tiene acostumbrados a revolución tras revolución, fue sancionada en el  2006 y todavía no está implementada como realmente debería estarlo, porque aún en muchos distritos del país no ha llegado a las aulas, y es ahí donde está el verdadero cambio cultural y la transformación social.

-¿Cómo ves la sociedad en cuanto al respeto a la diversidad sexual?

-Por un lado las leyes son un punto de llegada pero a la vez son un punto de partida, no se terminó la discriminación. Hace unos días vimos un caso público que fue el de Florencia Trinidad, pero en realidad hay muchos otros casos así porque todavía hay mucha discriminación, porque somos hijos de esta cultura machista, donde tanto yo siendo puto como el resto somos homo, lesbos y transfóbicos. Porque nos han criado en esta cultura, y algunos hemos ido deconstruyendo nuestro machismo y nuestra homofobia. Antes de casarnos con Alex también tuvimos que deconstruir nuestra homofobia porque el matrimonio no era para los putos.

-¿Los organismos internacionales de mayor peso acompañan estos cambios?

No todos, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), aún hoy sigue hablando de la disforia de género y patologiza la cuestión trans, tratándolos y tratándolas de enfermos mentales. La OMS recién en el año noventa sacó la homosexualidad de la lista de enfermedades metales, o sea que hasta esa fecha éramos enfermos y después dejamos de serlo, y eso visibilizó que la ciencia también se equivoca. En cuanto a la Iglesia,  el Papa argentino envió a hacer una encuesta donde incluyó nueve preguntas que incluyen a nuestro colectivo, así que hasta en eso somos vanguardia.


¿Cómo fue el hecho de ser la primera pareja de hombres en casarse?

Cuando nosotros nos casamos en el 2009 todavía no estaba la ley porque  se sancionó en el 2010, así que primero logramos conseguir un fallo favorable de la Corte en primera instancia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires del Contencioso Administrativo, y Macri no apeló por lo cual el fallo quedó con sentencia firme, pero a último momento no nos dejó casarnos porque  le dio lugar a una medida cautelar que después no pudieron sostener. Así que terminamos casándonos en Tierra del Fuego, porque siempre son mujeres las más valientes, y la Gobernadora Fabiana Ríos nos permitió casarnos en su provincia, entendiendo que debía defender la Constitución y que la igualdad estaba plasmada en ella, y dijo: “Me planto para defender la Constitución y para que ustedes puedan casarse”.  Y después hubo otra mujer, que es la más valiente de todas, que fue la que promulgó la Ley de Matrimonio Igualitario, nuestra querida Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

-¿El casamiento fue concebido como matrimonio o como Unión Civil, ya que fue lo que prevaleció a la ley definitiva?

-No, como matrimonio. Fuimos nueve las parejas que nos casamos antes de que salga la ley. La Unión Civil  era seguir sosteniendo la discriminación y que nosotros y nuestras familias eran de segunda. Porque fundamentalmente la lucha del matrimonio tenía que ver con la igualdad, después se puede analizar si la institución matrimonial es la que todos quieren o no. Pero independientemente de eso, no es lo mismo legalmente un matrimonio que una unión.  Una de las discusiones en contra del matrimonio era porque la palabra provenía de madre, como si la palabra salario no viniese de la sal y sin embargo hoy nadie cobra con eso, porque las palabras van cambiando con la cultura y se van adecuando a los tiempos y a los derechos de las personas. 

-¿Qué importancia tiene para ustedes esta ley?

-Esta ley lo que hizo es darle verdadero status de familia a nuestras familias y primordialmente hizo que el Estado dejara de discriminarnos porque nos dio lugar y nos acogió en los mismos derechos que tenían los demás y eso permite empezar a cambiar nuestra cultura. Que hoy en las escuelas se estudie que nuestras familias son iguales que las familias heterosexuales que estudiaban antes, es el inicio para que esos pibes tengan otra cabeza dentro de unos años y ese es el verdadero cambio, por eso es muy importante seguir profundizando y exigir la plena aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral.

-¿Piensan adoptar en algún momento?

-Yo tengo tres hijos, entonces como que ya tenemos salda la cuenta. Mis hijos los adopté con una pareja anterior a Alex, y en ese momento como no estaba la ley, legalmente no podíamos ser los dos padres adoptantes, así que uno de los dos fue el padre legal pero en realidad son los padres de los dos. Y entonces ahora pasan la mitad del mes con uno y la otra mitad con el otro, como en cualquier familia de padres separados, nosotros decidimos hacerlo así para que ellos se puedan organizar mejor porque ya son adolescentes ¡Socorro, soy padre de adolescentes! (Risas) Pero lo llevamos  bien y  estoy muy orgulloso y feliz de la familia que tengo.

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