jueves, 21 de noviembre de 2013

La Plaza de todos

La ciudad tuvo su momento de mayor diversidad

La Plaza Moreno fue el punto de reunión de la Primera Marcha Provincial del Orgullo TLGBIQ. En su día más variado, se pudieron observar actividades tan coloridas como diversas.

Por Marco Caponera

 
En una tarde a pleno sol se organizó el colectivo TLGBIQ para marchar en su día en reclamo de mayores derechos. Brindaron a la plaza de un colorido sin igual, con las características banderas del orgullo junto con las de los militantes de La Walsh, La Kolina, La Cámpora y el M.U.I., que apoyaron la causa. Lo que más llamó la atención desde temprano a los que pasaban por la plaza de todos los platenses fueron sin dudas las agraciadas plumas de vedettes que vestían las chicas trans.

Como parte de la organización armaron stands a modo de feria en frente de la municipalidad. Allí también el contenido fue diverso. Desde un stand del Partido Comunista donde se exhibían libros como “Fidel Castro, guerrillero del tiempo”, hasta otro que tenía a la venta llaveros, pulseras, hebillas, cadenitas y muñequeras con los ocho colores inspirados en la canción “Over the rainbow”, de Judy Garland.
- Las hice yo - dijo Carlo, uno de los vendedores, mientras sostenía con una mano una cadenita, y con la otra su sombrilla.

Un párroco pasó con la sotana seguido de un grupo de niños, mientras comenzaron a escucharse las voces de los participantes a través de un megáfono que reclamaban por la inclusión laboral de las trans. A su vez se acercaron algunos curiosos a ver de qué se trataba. La mayoría se alejó ni bien distinguieron las pancartas. Otros, muy pocos, se sumarían a la marcha hacia la Plaza San Martín, donde la asociación Otrans tenía preparados los micrófonos para el cierre de las actividades, donde se presentarían también las candidatas del concurso Miss Latinoamérica Trans.

Como parte fundamental de la diversidad que esa tarde supo hospedar la Plaza Moreno, casi pegada a la congregación del Colectivo, se levantó una importante feria de la Iglesia Adventista de La Plata. Se acercaban a llevarles sus mensajes a todo aquel que pasara por allí y entregaban libros gratuitos sobre su religión.

Niños, jóvenes y adultos con remeras celestes se sorprendían ante el grupo con el cual debieron compartir el espacio. Iban y venían con carteles con leyendas como “Dios es Amor” o “Jesús te ama, ven a él”.
- Son pocos pero son ruidosos - dijo el pastor Raúl Brunelli, mientras señalaba a una trans que desfilaba por la plaza exhibiendo sus pechos, como parte de su orgullo.


En el fondo de la plaza, como observando las actividades en su conjuntos, se erguía Catedral que, sin dejar de ser el icono principal de la ciudad de las diagonales, esta vez sólo pudo ser testigo de una tarde diversa.

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