Durante la primera marcha provincial de orgullo TLGBIQ
se presentaron en apoyo jóvenes de diversas organizaciones políticas
encuadradas en el oficialismo. Tales fueron el caso de KOLINA, La Cámpora, La
Walsh y el M.U.I. Joven militante de 19 años, estudiante en la facultad de
Trabajo Social, Camila Percara explicó las razones que llevaron a su
organización a participar de la movilización.
Por Joaquín Manzanos
¿En qué organización militás?
-Milito en el
Partido Comunista. El espacio de género en el que milito es la comisión de
género del Movimiento Universitario de Izquierda (M.U.I.) que se llama Voz Rebelde.
Nació este año como un espacio para discutir las cuestiones, no solamente de género
femenino, sino las problemáticas que traspasan a toda la cuestión de género.
Empezamos ya que tuvimos una serie de problemáticas porque también militamos en
un barrio.
¿En que barrio militan?
-En dos barrios
que están ubicados en Los Hornos, son subzonas. En estos sectores vimos mucha
violencia, entonces buscamos un espacio para formarnos y a la vez buscar
estrategias para intervenir junto a las compañeras del barrio. Bueno, lógicamente
estamos a favor de la diversidad, de la integración y hoy estamos participando
de la Marcha del Orgullo entendiéndola como un espacio de lucha, de
integración. Estamos en una situación donde las compañeras se están organizando
ante ciertas cuestiones como es la represión
policial que sufren, las amenazas de desaparición que ya tuvieron (N.E:
Ver nota: Contra la violencia. Otrans se moviliza). Es un momento serio e
importante donde intervenir.
Uno de los motivos por los cuales se hace esta marcha
es para pedir la igualdad en las oportunidades en el acceso del trabajo de las
compañeras trans. ¿Creés que la Ley de Identidad de Género puede aportar a eso?
-Puede aportar
en la medida en que también haya un cambio a nivel cultural. Es una batalla
también ideológica que hay en la sociedad argentina que hoy en día, si bien
está la ley, hay que darle profundidad y esa es tarea también de la militancia
misma: de llevarla a todos los espacios de militancia, tanto territorial, en la
universidad, en los secundarios, en todos lados. Además esto conlleva también
la cuestión de la inserción laboral. Las compañeras trans la única salida que
tienen es prostituirse y es un bajón. Tienen muy poca inserción laboral en
otros espacios, sufren discriminación y bueno me parece que la cuestión de la
batalla cultural es un espacio de disputa que hay que ganarle a la moral burguesa
actual.
¿Creés que ya hay algún cambio, ya se ven a partir de
las legislaciones vigentes que reconocieron derechos?
-Yo creo que se
ve el cambio a nivel de organización de las compañeras. Creo que este cambio
dio el pie para eso y para que la juventud se movilice. Me parece que ese es el
gran cambio.
¿Y por parte de los sectores mas conservadores?
-No, ahí me
parece que todavía no. La iglesia me parece que es un espacio de moral que
hegemoniza un montón de cuestiones dentro de la misma juventud. En las escuelas
es una batalla que hay que ganarle y primero y principal se debe lograr que no
se subsidien más las escuelas privadas católicas, las iglesias. Es todo un
proceso, es un cambio estructural que hay que hacer para reconocer la
diversidad también de credos, de culturas, de cosmovisiones.
¿Por qué militás en el comunismo?
-Porque lo vi
como un espacio… digamos, yo milito hace tres años, ya empecé a militar cuando
estaba en el secundario. Es todo un proceso. Me pareció el lugar más coherente
dentro de la izquierda ideológicamente. Yo me reconozco de izquierda y veía el
Partido Comunista como la vanguardia de todos los procesos revolucionarios. Después
me fui formando y creo que es el espacio más democrático, el centralismo
democrático funciona verdaderamente. Y me forma cotidianamente.
¿Vos creés que por la práctica o por la ideología del
movimiento comunista se llega a la libertad de género? ¿Hay una relación entre
la ideología comunista y la libertad de género o es una respuesta coyuntural a
un problema nuevo?
-No, no creo que
sea coyuntural. Nosotros tenemos una camarada, que es Fanny Edelman, que fue
dentro del partido… el Partido Comunista debo reconocerlo fue un partido muy
machista. La llegada de esta camarada, que fue muy emblemática en el partido,
como que dió esa disputa con respecto al feminismo.
-¿En qué época fue esto?
-En los 80´. De
hecho hay un libro, que se los remiendo, de ella, que es “Feminismo y marxismo”,
donde Fanny plantea esto: que la lucha por la liberación de la mujer va de la
mano de la lucha por el socialismo. Entonces me parece que la liberación de la
sexualidad y de la mujer y de todos los géneros va de la mano de la liberación
de todos los hombres de este sistema opresor capitalista.
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